Esponjas desmaquillantes: ¿Qué son y cómo se usan?
Hace unos días hablamos de la rutina facial y el orden correcto que hay que seguir para conseguir resultados efectivos para la salud de nuestra piel. Allí mencionamos la limpieza como el primer y más importante paso, si esto no lo hacemos bien, ninguno de los pasos siguientes valdrá la pena.
En el artículo de hoy, hablamos de un complemento para incorporar en este primer paso de la rutina facial, un elemento que acompaña al cuidado del rostro de una forma natural desde hace muchísimos años. Vamos a hablar de la esponja desmaquillante, por lo que si quieres saber qué es y cómo se usa, acompáñanos en esta lectura!
¿Qué es la esponja desmaquillante?
Como su mismo nombre nos indica, la esponja desmaquillante tiene la función de desmaquillar la piel. Está formada por numerosas fibras que, al entrar en contacto con la piel, atrapan y arrastran todo el maquillaje y la suciedad que se ha ido acumulando en ella a lo largo del día.
Existen diferentes tipos de esponja desmaquillante pero como siempre, recomendamos aquella que esté fabricada con fibras de origen natural como las esponjas de silicio, ya que resultan mucho más suaves al tacto con la piel y por lo tanto respetan mucho más la salud de esta.
Como se puede imaginar, la esponja desmaquillante cumple la misma función que los discos de algodón o las toallitas desmaquillantes. Sin embargo, estos elementos se transforman en residuos después de usarlos y muchas veces tampoco terminan extrayendo del todo la suciedad y el maquillaje.
En cambio, la esponja desmaquillante es un elemento que se puede usar una y otra vez durante cuatro meses con resultados impecables, siempre que la cuidemos como te contaremos al final del artículo. La esponja desmaquillante no solo puede usarse para retirar el maquillaje si no que también es muy apropiada para hacer una limpieza del rostro.
Puede usarse sola o con un desmaquillante como nuestro Bálsamo Sublime Camomila, ideal para la doble limpieza, manteniendo la suavidad e hidratación del rostro y evitando la sensación de tirantez. Vamos a ver cómo se usa la esponja desmaquillante.
¿Cómo utilizar la esponja desmaquillante?
Ya hemos mencionado la importancia de retirar el maquillaje y los restos de impurezas en el rostro antes de aplicar cualquier producto. En ese caso, la esponja desmaquillante será lo primero que utilizaremos por la mañana para quitar las impurezas y por la noche para retirar restos del maquillaje u otros residuos que se acumulan aunque no nos maquillemos.
- Primer paso: mojar la esponja. Cuando tengas tu esponja desmaquillante verás que su estado es duro y áspero, pero no te preocupes porque no vas a pasarla así por tu rostro. Primero será necesario pasarla por debajo del agua del grifo, verás como su estado cambia completamente y se vuelve blanda y suave.
- Segundo paso: aplicar el desmaquillante. Después de mojar la esponja desmaquillante y escurrirla, se le aplica el desmaquillante que hayamos elegido. Aquí es importante elegir uno que sea acorde a tu tipo de piel, el Bálsamo Desmaquillante Sublime Camomila es apto para todo tipo de pieles, incluso pieles sensibles y con tendencia acneica. La esponja desmaquillante conserva el producto dentro, por lo que es necesario aplicarle solo una pequeña cantidad. Ahora bien, si no se utiliza maquillaje se le puede incorporar una loción de limpieza como el Gel limpiador facial Sublime Camomila o el Gel limpiador facial hidratante Clean O’clock
- Tercer paso: desmaquillar. Una vez que mojamos la esponja desmaquillante y le aplicamos el producto que elegimos, la llevamos al rostro y comenzamos a pasarla con movimientos circulares por todo el cutis para arrastrar toda suciedad y partículas de maquillaje. Este momento es ideal para realizar pequeños masajes con movimientos lentos desde el mentón hacia la frente para activar la circulación del rostro. Cuando se acumule suciedad en la esponja se debe enjuagar, nunca vuelvas a pasarla por el rostro si está sucia. La aclararemos las veces necesarias hasta que veamos que ya no arrastra suciedad.
- Cuarto paso: finalizar la limpieza. Cuando nuestra piel recibe una limpieza profunda, queda sensible y expuesta a diversos factores que pueden dañarla. Por eso, al terminar de desmaquillar o limpiar con la esponja desmaquillante será recomendable aplicar un tónico suave para culminar el proceso. De esta manera estaremos recomponiendo el estado de la piel y consiguiendo una sensación de confort y nutrición. En este caso te recomendamos el Tónico facial Sublime Camomila.
Limpieza de la esponja desmaquillante
Como mencionamos anteriormente, la esponja desmaquillante se puede utilizar muchas veces antes de deshacernos de ella, por lo que es fundamental limpiarla correctamente antes de que se seque. De no ser así, la próxima vez que se utilice no limpiará la piel en profundidad, sino que por el contrario, la contaminará con restos de suciedad y maquillaje arrastrados en la última limpieza.
La limpieza de la esponja desmaquillante es muy simple y solo se necesita agua y jabón. ¡Atención a los pasos a seguir!
- Primer paso: remojar la esponja. En un recipiente con agua dejaremos la esponja desmaquillante unos minutos. Luego se retira, se escurre y se aplican unas gotas de jabón líquido o fregamos con un jabón en pan. Lavaremos con agua y jabón como si le hiciéramos un masaje con los dedos hasta que se vaya arrastrando toda la suciedad escondida dentro de la esponja.
- Segundo paso: aclarar la esponja. Cuando observemos que la esponja desmaquillante no tiene más restos de maquillaje, será necesario enjuagar con agua limpia y aclararla hasta que quede completamente libre de suciedad y jabón. Esto puede corroborarse al ver que el agua que cae de ella cuando la escurrimos es limpia y pura.
- Tercer paso: secar la esponja. El último paso será dejarla secar sobre una toalla seca y limpia. Cuando veamos que vuelve al estado duro y áspero la podemos guardar en un estuche limpio, colgarla o dejarla sobre la misma toalla hasta que se vuelva a usar.
Ahora si, antes de terminar queremos aclarar una duda frecuente: este tipo de esponjas son aptas para todo tipo de pieles. Solo se debe tener en cuenta que el producto que se le aplique sea acorde al tipo de piel, tal y como explicamos en este artículo.
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