Cómo saber qué tipo de piel tengo
Conocer nuestro tipo de piel es imprescindible a la hora de aplicarnos cremas, geles o mascarillas. Existen productos que son específicos para pieles grasas, pieles maduras o pieles mixtas. Por eso, si de verdad queremos que estos nos hagan efecto, deberemos comprarlos según nuestra piel.
A continuación, te proponemos un test para solucionar todas tus dudas.
Test para conocer el tipo de piel
En primer lugar, deberemos prestar atención a nuestra piel al natural. ¿Es fina y suave o tiene zonas brillantes? En el caso de que encontremos zonas brillantes… ¿Están por toda la cara o solamente en zonas concretas?
Además, tenemos que estudiar la cantidad de brotes de acné que tenemos. Hay pieles que tienden a la creación de pequeños granitos, por lo que los brotes de acné son más frecuentes.
Otras, tienen la suerte de no tenerlos nunca y, en tercer lugar, estarían los que solo tienen en determinados momentos, por ejemplo, en épocas de mucho estrés.
Como probablemente te puedas imaginar, las pieles grasas son las que tienden al acné y en el caso contrario, es decir, aquellos que no tienen nunca, puede que sea porque estemos ante una piel mixta o seca.
A su vez, deberemos analizar los poros. Ya que, está directamente relacionado con el acné. Encontraremos poros finos y poco visibles, grandes, piel con tendencia a tenerlos por todo el cutis o solo en zonas concretas, cada piel es única y por eso, cada caso es diferente.
En el primer ejemplo, cuando los poros son poco visibles estamos ante una piel seca. En el segundo lugar, que la piel tiende a tenerlos por todo el rostro estamos hablando de piel grasa. Y, por último, en tercer lugar, cuando solo surgen en zonas específicas se trata de dermis mixta.
Para conocer nuestro tipo de piel, también debemos prestar especial atención a nuestras arrugas.
Puede que tengas muchas, también puede que sean imperceptibles o que simplemente no tengas. En caso de que no tengas, deberás prestar atención a si es porque todavía no ha llegado la edad. Pero si, por lo contrario, deberías tener alguna marca de envejecimiento y no la tienes, entonces tienes una piel grasa.
Tipos de piel: piel grasa
“Grasa” se usa para describir un tipo de piel que tiene una elevada producción de sebo. Esta producción excesiva se denomina “seborrea”.
Este tipo de piel tiende a crear acné y los poros suelen ser grandes. Además, el cutis luce más brillante, pero no solamente lo hace en la frente, sino en absolutamente toda la cara. Este brillo natural es el principal problema de las pieles grasas.
Generalmente, se debe a que la piel es más gruesa. Por ello, en la nariz y en la frente los poros se ven más grandes. No obstante, esto también tiene sus beneficios, tal y como hemos comentado anteriormente, las arrugas tardarán más en aparecer.
Para cuidar el rostro en estos casos, debemos utilizar cremas libres de aceites, con el objetivo de reducir la creación de grasa.
Además, para el cuidado de la exposición solar se tiene que seleccionar un acabado en mate, tratando de reducir el brillo que produce naturalmente nuestro cuerpo.
También podemos aplicarnos una mascarilla de arcilla. Hacerlo una vez a la semana sería lo ideal. Esta opción es la más correcta debido a sus poderes antioxidantes, calmantes y purificantes que ayudarán a eliminar las impurezas de la piel.
Piel mixta
La piel mixta es, como su nombre indica, una piel que consta de una mezcla de tipos de piel.
Es el tipo de piel más común, el problema es que tiene aspectos positivos y negativos de los otros dos tipos de piel. Por lo que se necesita un cuidado más específico.
Normalmente, la gente que se encuentra entre este grupo suele tener brillos en la “Zona T” es decir, en la nariz o en la frente. Pero, además, tiene características propias de la piel seca, como la sequedad en las mejillas, sobre todo en épocas de frío.
En cuanto a las imperfecciones no son muy comunes y en el caso de que tengan, se acumulan en las zonas más grasas.
El tipo de producto que se le recomienda a esta piel es un limpiador en gel o espuma, protector solar ante la exposición al sol y un hidrante bajo en aceites.
Un dato a tener en cuenta, que resulta muy importante es desmaquillar siempre el rostro. Es tan importante la calidad del maquillaje como el proceso desmaquillador. Y por eso, se debe escoger los productos adecuados. Este set desmaquillador es una opción muy adecuada para pieles sensibles. Más del 80% de ingredientes son de origen natural, entre sus componentes tiene vitaminas A y E que ayudan a calmar, equilibrar y nutrir la piel.
Piel seca
“Seca” se utiliza para describir un tipo de piel que produce menos sebo que la piel normal. Como consecuencia de la falta de sebo, la piel seca carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector frente a influencias externas.
Es el extremo opuesto a la piel grasa. Es fina y muy delicada, le falta hidratación y se ve sin brillo alguno. No tiende al acné, pero es más frecuente que tenga líneas de expresión.
El tratamiento recomendado para esta dermis es leche o limpiador facial. Se debe aplicar un exfoliante dos veces por semana, crema hidratante mucho más densa que la recomendada en los casos anteriores y por supuesto, protector solar.
Por ejemplo, el aceite de Rosa Mosqueta es una de las opciones más recomendadas para este tipo de piel. En este caso, entre sus ingredientes contiene aceite puro de Rosa Mosqueta y vitamina E, que hará que nuestra piel se mantenga hidrata y, además, ayudará a difuminar las marcas provocadas por el acné.
Piel normal
Y, por último, piel “normal” es un término de amplio uso para referirse a una piel en buen equilibrio. El término científico para piel con buen equilibrio es el de “eudérmica”.
Ahora que ya conoces que tipo de piel tienes, ¿a qué esperas para descubrir el tratamiento más adecuado? En Flor de Mayo te ayudaremos a encontrar el perfecto para ti y para el cuidado de tu rostro.
“Conocer nuestro tipo de piel es imprescindible a la hora de aplicarnos cremas, geles o mascarillas.”
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