Vitamina D, gran aliada para mantener la belleza de la piel
Es muy conocido el importante papel que la vitamina D juega en el proceso de absorción del calcio en el organismo, pero no siempre se es consciente de los beneficios que esta sustancia otorga a la piel. Sus propiedades no se limitan a la cosmética ya que, además de belleza e hidratación, proporciona a la piel un extra de nutrición y protección frente a los agentes externos. Además del sol, que es el responsable de la activación de producción de la provitamina D en el cuerpo, existen diferentes productos naturales en los que es posible encontrarla.
Entre los alimentos de uso común en el hogar que contienen vitamina D están los pescados más grasos, como atún o el salmón, el hígado, la leche, el yogurt y el queso. Aunque, según los expertos, no es posible satisfacer todas las necesidades de esta vitamina en el organismo solo a través de la alimentación. En esos casos de carencia, aparecen los característicos dolores de huesos y músculos que ponen en evidencia una falta de vitamina D. Se suelen intensificar sobre todo en invierno, cuando el sol pica menos, ya que, según los expertos, entre el 80 y el 90% de la vitamina D que el cuerpo consigue proviene de la exposición al sol (realizada de modo responsable).
La vitamina D también ayuda a prevenir enfermedades óseas como la osteoporosis en adultos o el raquitismo en niños y, en algunos casos, puede ser también utilizada en trastornos dérmicos como la psoriasis.
Por último, se ha demostrado su beneficioso papel en la salud mental. Este es el motivo por el que muchos especialistas “recetan” paseos solares, preferiblemente en la playa, acompañados de los característicos aromas marinos y permitiendo que el sol acaricie la mayor superficie del cuerpo. Además, se ha comprobado que el bienestar psíquico, junto con el aporte adecuado de nutrientes, ayuda a lucir una piel más bella.
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